viernes, 10 de septiembre de 2010

Una mujer muere cada dos días

La entidad sostuvo que el Gobierno no tiene una política para prevenir la violencia de género, pese a que se registra un caso de agresión física cada 36 horas y un ataque sexual por día. Nunca hubo una respuesta oficial.
“En seis meses del nuevo gobierno hubo, al menos, 70 víctimas de violencia doméstica y la Argentina continúa sin un plan de acción contra la violencia de género”, denunció Amnistía Internacional. La inseguridad doméstica mata a una mujer cada dos días, pero no tiene la prensa de los casos donde alguien se baja de un auto, roba y mata a sangre fría. A las muertes de una esposa, ex mujer o novia se los denomina crímenes pasionales como si fueran un desborde de pasión incontrolable. Tan incontrolables como si no pudieran ser evitados a través de políticas de Estado.

Sin embargo, Amnistía empezó a ocuparse de la violencia hacia las mujeres como una violación a los derechos humanos y comprobó que se produce más de un caso de violencia física (golpes o asesinatos) cada 36 horas. No es todo. Hay un caso de violencia sexual (violaciones, abusos o asesinatos posviolación) por día. Pero el peligro para las mujeres no está sólo en la desolación de una calle oscura.
Al lado del sillón, la cocina o la cama hay gritos que retumban como si todos los oídos fueran sordos a la violencia doméstica (dentro del hogar o en el ámbito de la familia) que golpea todos los días.
Las cifras son –apenas– un esbozo del problema real ya que son las notificaciones o denuncias (policiales, judiciales o sociales) que llegan a ser publicadas por los medios de comunicación (nacionales y provinciales) y no todas las que se producen.
El relevamiento dimensiona el problema que, además, es aun mayor si se tiene en cuenta que la violencia machista afecta más a las mujeres que la delincuencia común. En un estudio realizado a partir de datos de la Policía Bonaerense en el libro Femicidio e impunidad, se mostró que el mayor riesgo para una mujer está de la puerta para adentro (y no para afuera).
El 83% de los crímenes femeninos fue calificado de femicidio (cuando una mujer es asesinada por su condición de mujer, por ejemplo, por despecho de su ex marido o para lograr violarla) y en el 68% de los casos las víctimas fueron asesinadas por su pareja, ex pareja, novio o amante.
El problema es global. Pero acá sorprende la inacción del Gobierno. “La Argentina tendría que darle más importancia al tema y tomar el combate a la violencia de género como un problema de Estado porque tiene compromisos a nivel internacional que tienen que cumplirse”, opina Rafael Barca, director ejecutivo de Amnistía en la Argentina. Y apunta: “Con la presidenta Fernández de Kirchner nunca se ha tenido un encuentro.
En diferentes ocasiones se le ha solicitado llevar a cabo una reunión sobre la violencia contra las mujeres, pero no ha habido respuesta alguna. Lo único que se ha recibido es un acuse de recepción de los documentos. Nada más. Pero aún más importante es que no hay una respuesta efectiva y coordinada para las mujeres que están en peligro”.
“Lo revelado por Amnistía Internacional alarma, pero no sorprende –evalúa la abogada Luciana Sánchez, del Colectivo para la Diversidad–, Cristina embiste con miopía femicida sobre los cuerpos de millones de mujeres pobres.
La entrega secreta de planes sociales encubre el abuso sexual de los punteros barriales y municipales y no existe apoyo financiero para sostener a víctimas de violencia intrafamiliar fuera de las relaciones violentas."

Carta abierta de un padre sincolero

por Antonio Felipetti


Acaban de obligar a Facebook a sacar la convocatoria a la segunda rateada masiva. Estimados señores jueces y de las ONGs de padres:
¿Qué tienen contra la sincola?

Señor juez del Segundo Juzgado Civil: ¿no tiene cosas importantes de qué ocuparse?
En mis épocas, hace un tiempo ya, la sincola o rata era un derecho adquirido casi un deber de los alumnos rebeldes. Nos ibamos a jugar al metegol, al cine y nos pasabamos la tarde disfrutando como nunca de la libertad.
Una vez nos fuimos en el tren hasta Lujan simplemente para hacer nada. Los que tenían padres piolas se hacian una rata sui generis avisando a los progenitores, tenian menos adrenalina pero mas tranquilidad. ¨Si queres faltá pero avisame decian los padres piolas¨. Si los padres te pescaban en la sincola, algo que era bastante comun porque volviamos con cara de poker pero sucios, transpirados y con olor a pucho, nos comíamos el reto y el castigo como unos caballeros. Qué va a hacerle, había que bancarsela, eran las reglas de juego. Después uno podía contarle a los amigos, con cierto orgullo, como mostrando una herida de guerra, que el fin de semana no salía porque lo habían pescado en una sincola.
Tambien existía la rata general, el famoso ¨hoy no entramos¨. La ¨general¨ podía ser del curso y a veces también de todo el colegio. Recuerdo mi primer año. Un día llegué y estaban los ¨grandes¨ parados tapando la puerta y con tono amenazante y actitud sindical, al borde de lo delictivo, decían: ¨hoy no entramos y se acabo, no entramos¨. Pudo haber algun empujón a algun niño chupamedia y quiza alguna niñita asustada lloraba diciendo que los papas la iban a retar, los directivos fascistoides nos amenazaban con la doble falta y varias calamidades mas, pero al final no entrabamos. Hubo casos heroicos donde las mejores alumnas se sumaban a la sincola colectiva y se arriesgaban a perder la bandera solo por solidaridad con los compañeros atorrantes.
Tan malos no salimos los sincoleros. Varios son hoy abogados, contadores, médicos pediatras, jefes de la AFIP, y -hasta donde yo se- no son mucho peores que los que no se hacían la sincola.

Lo que organizaron los atorrantitos de hoy en Facebook es divertido moderno y casi ingenuo al lado de los metodos patoteriles de la sincola colectiva de nuestra época. Los vagonetas ni siquiera mienten, hacen publico que un dia no van a ir a la escuela y se van a juntar de todos los colegios a boludear en una plaza.
Me pregunto: ¿por qué no los dejan tranquilos para expresar como quieran su rebeldia y disfrutar de su libertad? ¨perderan un dia de educación¨, ¨corren riesgo¨, ¨se produce anomia¨ argumentan los padres antisincola y sus jueces adictos. Por favor muchachos. No les va a pasar nada a los nenes. No los jodan mas. Se van a divertir y no van a hacer nada que no hagan a la salida de la escuela en un día normal. No lo tomen a mal pero por favor no sean amargos y caretas.
Por si les queda tiempo libre despues de su importante militancia social contra la sincola les dejo un listado de problemitas que tienen los jovenes de Mendoza a ver si pueden hacer algo.
- Hay unos señores llamados dealers que trabajan tranquilamente en barrios de mendoza y en la puerta de algunas escuelas vendiendo droga. Hasta donde yo sé parece ser que el paco hace mucho mas daño que la sincola. Por favor porque no se dan una vueltita por allí a a ver que pueden hacer. Quiza el Sr. Juez pueda emitir un amparo o alguna otra importante medida judicial para que la policía le preste atencion a estos muchachos.
- Hay varios miles de jovenes que no trabajan ni estudian. Es verdad, ellos no se hacen la sincola porque no van nunca a la escuela pero lo mismo quiza uds podrían ponerles un poco de atencion. Ellos si estan en riesgo y pueden pasar a formar parte en culquier momento del ejercito de la droga que esta tratando de ocupar hace varios años el gran Mendoza. A lo mejor el Sr juez le podria ordenar a los ministros correspondientes para que se ocupen.
- Les cuento además que muchos de los chicos que si van a la escuela no tienen plata, ni becas y posiblemente la abandonen. Seria un especie de sincola permanente por lo que seria un caso parecido al que no los deja dormir a uds. Yo creo que el juez podrían emitir edictos, retos, amparos, medidas cautelares, sentencias, interpretaciones, usando todo tipo de jurisprudencia nacional o internacional para que alguien solucione esto.
De paso, estaría bueno que estos jueces ejemplares afirmaran esa fuerte vocación antisincola de trabajo, esfuerzo y diginidad, trabajando el mes entero de las ferias judiciales de invierno . Sería un lindo ejemplo para los atorrantes sincoleros, ¿no?

Eterno luchador que trabaja para erradicar la desnutrición infantil


Es quizás el pediatra más famoso de la Argentina, de Cuyo seguro.
Abel Albino sigue atendiendo en su pequeño consultorio de calle Rivadavia a cientos de niños que tienen la suerte de que papá o mamá los lleve a la consulta con el pediatra.
Después compartirá esa pasión con los otros niños, a los que la vida les hizo esquivo no sólo el cariño sino también la comida. Los niños que dan una lucha sin igual para tratar de seguir viviendo. A ellos Abel Albino dedica su vida, su tiempo, su pasión.

Es cierto: se ha dicho mucho de Albino; se han hecho especulaciones políticas, pero ya han pasado años y él está allí imperturbable, trabajando, ayudando, haciendo.

Lector incansable, en cada respuesta parece haber una mención a Sarmiento, San Martín, la historia o la literatura universal.

Así es Abel Albino, un apasionado.
Al fin de cuentas carga con una definición que hoy no parece tan común: es un hombre verdaderamente comprometido y como pocos.


–Su profesión ya es más que una vocación.

¿Qué siente todavía cuando entran los chicos por la puerta? –La profesión es mi vida. Haciendo bien lo que cada uno hace, por simple que sea, estamos contribuyendo al bienestar general, a un país mejor. No existen papeles pequeños, existen actores mediocres.

–Usted atiende aquí a chicos que vienen con su papá o mamá por una gripe, por ejemplo, y se va a CONIN a estar con chicos con una realidad totalmente diferente. ¿Cómo es el desafío de convivir con esas dos cosas? –Winston Churchill le decía al pueblo inglés al principio del siglo pasado: "Quien hace su trabajo, paga sus impuestos, mantiene su familia, es un buen ciudadano, pero no hace nada para que algo cambie en la sociedad, es un ladrón". Todos debemos hacer lo que nos corresponde hacer y un poquito más, y así estamos contribuyendo al bienestar general. CONIN, para mí, es ese poquito más de contribución en el país y al bienestar general.

–Hay hitos fuertes en su carrera, como aquella famosa exposición en el coloquio de Ideas donde vimos a empresarios que lloraban cuando usted hablaba.

¿Siente que cambió en algo el compromiso de este sector importante con los problemas de la sociedad? –Creo que sí, porque cuando empecé con esto, hace 18 años, muchos pensaron que decía estupideces o que andaba atrás de algo o que quería hacer política… –Bueno, ofertas no le faltaron… –(Se ríe con ganas y continúa) No me faltaron. Nunca he buscado nada personal aunque me han ofrecido muchas veces muy buenas cosas. Pero pasaron los años y lamentablemente no nos habíamos equivocado, el problema se profundizó. En los ocho meses de este año hemos abierto Conines en Mar del Plata, Gualeguaychú, Concordia, La Pampa, el segundo en Rosario, La Rioja, Paraná, Bahía Blanca, Trenque Lauquen y La Plata. Son 10 centros en 8 meses.

Eso quiere decir que hay más conciencia de este problema. La desnutrición es el principal problema argentino, latinoamericano, el escándalo del mundo. El Papa dijo que es el escándalo del mundo. Cuando el Papa habla de doctrina lo asiste el Espíritu Santo, y cuando habla de cosas temporales lo asiste la Academia de Ciencias del Vaticano. Tiene 150 científicos, 70 u 80 con premios Nobel y la gran mayoría no son católicos.

Pero son hombres pensantes, intelectuales en tal o cual área.

–Lo hemos escuchado de su boca muchas veces pero nunca se termina de tomar conciencia. ¿Por qué es importante luchar contra la desnutrición? –Porque genera debilidad mental pero es la única que se puede prevenir, la única creada por el hombre.

Por lo tanto el hombre puede y debe quebrarla. Ese chico estará condenado al desempleo, subempleo, vivirá la vida como detrás de un vidrio; los demás viven, él no. Estará condenado posiblemente para siempre.

El 80% de los niños en América Latina no terminan la escuela primaria, el 80% de los presos en las cárceles no tienen la primaria completa. El 80% de los grandes criminales de Mendoza han sido desnutridos en un segundo y tercer grado. Esto es muy serio, tenemos que abordarlo con seriedad y absoluta responsabilidad.

–Si la solución es tan fácil, alimentarlos, ¿qué es lo que falta? –Tenemos que dejar de pensar definitivamente en las próximas elecciones y empezar a pensar en las próximas generaciones.

La comida es el 50%. El otro 50% es afecto y estimulación.

Necesito el alimento físico, pero también el espiritual. Eso es en el primer año de vida, porque cuando una persona nace el cerebro pesa 35g (6 monedas de $1) y cuando camina el cerebro pesa 900g (150 monedas de $1). De adulto 1,2 kg (200 monedas), o sea que el crecimiento gigantesco es en el primer año de vida. El cerebro aumenta porque se cablea. Luego esos cables se interconectan con los cables de otras neuronas y eso le da al individuo la rapidez mental, la capacidad de relación, asociación, la memoria. Ese cerebro cableado luego puede ser educado.

La educación es una semilla maravillosa, pero toda semilla para fructificar necesita de un sustrato, de un cerebro intacto. Si simultáneamente pongo cloacas, agua corriente, agua caliente y luz eléctrica en cada casa argentina tengo una potencia a 30 años. Pero para eso insisto, hay que dejar de pensar en las próximas elecciones y empezar a pensar en las próximas generaciones.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Trabajo infantil, una trampa de la pobreza

El trabajo infantil en la provincia de Salta constituye una problemática de peso, ya que existen múltiples sospechas de ramas de la producción que usan a los niños como trabajadores. En entrevista con InfoUniversidades el doctor Jorge Paz, responsable del IELDE (Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico) que funciona en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNSA, explica los puntos relevantes de este problema.

En la Universidad se realizan varios estudios en relación al trabajo infantil. En esta entrevista, el doctor Paz habla de las ramas del trabajo en las que participan niños y de las consecuencias nocivas que traen aparejadas para los chicos, entre otros aspectos del problema.

-Generalmente cuando se habla de trabajo infantil es difícil acceder a datos fiables. ¿Existen estadísticas sobre el trabajo infantil a nivel provincial y nacional?

-Los datos más recientes sobre el trabajo infantil provienen de la Encuesta sobre Actividades económicas de niños, niñas y adolescentes en la Argentina, que se hizo en 2004 y que constituye la primera específica realizada en nuestro país. El área de cobertura abarca el Gran Buenos Aires (GBA), la provincia de Mendoza, el NEA (Salta, Jujuy y Tucumán) y el NOA (Formosa y Chaco). Las regiones seleccionadas fueron estimadas como prioritarias por sus niveles de pobreza o por la extensión de economías informales y formas de contratación laboral de base familiar.

-¿Qué comparación se puede establecer en términos cualitativos y cuantitativos del trabajo infantil, en la ciudad y en el campo, a nivel provincial y nacional?

-No tenemos datos a nivel provincial porque la Encuesta no es representativa de la provincia. Sería necesario realizar, como lo hizo Córdoba en 2006, una encuesta provincial. A nivel nacional, los niños que trabajan participan en casi todos los tipos de rama: agricultura, industria, minería, construcción, trabajo doméstico, comercio, servicios, explotación sexual y comercio de droga. En el ámbito rural, de acuerdo a datos aportados por la Unión Argentina de Trabajadores Rurales (UATRE), las cosechas de tabaco, algodón, cebolla y aceitunas son las que tienen mayor participación de niñas y niños. También cumplen tareas en la siembra, desmalezamiento, recolección de frutas y verduras, recolección y desgrane del maíz, pastoreo y ordeñe de animales. Además del perjuicio ocasionado por la labor en sí misma, sufren consecuencias derivadas del uso y manipulación de productos agroquímicos, cuyos efectos se sienten a corto y largo plazo. En los sectores urbanos, las niñas y los niños realizan diversos trabajos en pequeños comercios como camareros, ayudantes de cocina, reparto de alimentos a domicilio; en la vía pública con reparto de volantes en la calle, venta de flores, lapiceras, estampitas, etc. Esto último los expone a diversos riesgos, a ser utilizados en algunas de las denominadas peores formas: oferta y producción de pornografía, prostitución, tráfico de estupefacientes, etc.

-¿Existe algún tipo de sueldo? ¿Cómo es el pago?

-“Sueldo” es una palabra que tiene una connotación legal muy precisa. Como el trabajo infantil está prohibido, los ingresos que obtienen los menores por sus actividades no pueden llamarse “sueldo”. Obtienen ingresos de las actividades que detallé. Lo que puede verse según los datos de Argentina es que estos ingresos son muy bajos e insuficientes, además, son muy discontinuos. Quizás hoy sí cobren, mañana no y pasado no se sabe. En todo caso podría decirse que lo que ganan hace más rentable la actividad de los adultos que por lo general está por detrás de los niños. Algunos programas orientados a la erradicación del trabajo infantil calculan el valor de estos ingresos para proporcionar planes que operen como sustitutos de los ingresos de los niños en el hogar. Con el trabajo a temprana edad, los niños caen en la trampa intergeneracional de pobreza. Estos programas están pensados para que se les permita escapar de esa trampa.

-¿Qué problemas físicos y psicológicos genera el trabajo infantil en los niños?

-Son muchos y voy a mencionar sólo algunos. La incorporación precoz al trabajo origina desgastes orgánicos y aparición temprana de patologías crónicas. Sucede incluso cuando se realizan tareas ligeras, si se las lleva a cabo antes de la edad apropiada o durante un número de horas excesivo. Esto genera limitaciones para el desempeño laboral en la edad adulta. Los principales problemas de salud que pueden ser causados por el trabajo precoz son: fatiga excesiva provocada por largas jornadas de trabajo, esfuerzo físico y horarios indebidos; irritabilidad, pérdida auditiva por exposición a ruidos excesivos; contracturas musculares, problemas posturales por esfuerzos excesivos y movimientos repetitivos; deformaciones óseas por carga de peso y posturas inadecuadas, dolores de columna, dolores de cabeza, dolores musculares, inflamación de los tendones por el esfuerzo excesivo y repetitivo de dedos, manos y brazos. Además, puede aumentar la incidencia de enfermedades respiratorias (como bronquitis, neumonías, rinitis, faringitis, intoxicaciones) debido a la inhalación de productos tóxicos; o disturbios digestivos en función de alimentación inadecuada; o pérdida de la alegría natural de la infancia: las niñas y los niños se tornan tristes, desconfiados, amedrentados, poco sociables.

-¿Cuáles serían las medidas a tomar en forma urgente para terminar con este problema?

-Nuestros estudios arrojan que una medida eficaz sería la de implementar doble jornada en las escuelas públicas y de aumentar la oferta de jardines materno-infantiles (nivel preescolar). Todavía es muy prematuro hacer sugerencias de política. Comenzamos a trabajar hace muy poco en el tema.

Trata de blancas: la nueva esclavitud del sigo XXI

En clase estamos viendo el documental “Esclavas del sexo” y me sorprende mucho que mis alumnos y alumnas no conocieran la verdadera realidad de los burdeles de neón. Según estimaciones de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, OSCE, el tráfico ilegal de seres humanos podría ya haber superado al de armas, al haber alcanzado en el 2005 un volumen de negocio superior los 32.000 millones de dólares anuales, un negocio en el que son explotados 2,5 millones de personas. Tampoco sabian que la mayoría de las víctimas son mujeres y niños que caen en manos de criminales sin escrúpulos. Son explotados sexualmente y obligados a trabajar en condiciones de esclavitud. Se estima que más de la mitad de las víctimas son menores de 18 años y no hay país que se salve de esta moderna forma de esclavitud.


Pero esto son sólo cifras, y las cifras por muy escandalosas que sean no tienen rostro. Por eso he querido que mis estudiantes vean esos rostros en el documental “Esclavas del Sexo” y también en el corto de Isabel Ocampo, ganadora del Goya al mejor corto 2009, “Miente”, porque sólo así, quizá la próxima vez que pasen por un burdel y al ver sus luces recuerden los verdaderos rostros de las prostitutas que no lo son libremente, quizá cuando vuelvan a ver a una mujer pasearse por los bordes de la carreta sin apenas cubrirse, no las llamen putas, ni tampoco les pregunten qué cuestan, ni tampoco se rían de ellas. Quizá entonces las miren de otra manera y decidan mostrarles el respeto que se merecen por haber perdido todo y seguir aún en pie. Yo no quiero ni imaginarme cómo sería mi vida si un día me raptaran y desapareciera tras las paredes de un burdel en un país lejano, donde me obligaran a mostrar mi cuerpo y a mantener relaciones sexuales para luego darles el dinero a un chulo.




Por eso mi pregunta es, ¿cómo podemos acabar con esta lacra social? ¿cómo podemos acabar con la explotación sexual de millones de mujeres, niñas e incluso niños?
Mi forma de combate es ésta, abrirle los ojos a mis alumnos y alumnas, mostrarle la realidad poniéndoles un documental, unas fotos, un corto, unas noticas y sobretodo hablándoles con el corazón, y solo así espero que nunca se atrevan a pisar un burdel, ni a burlarse de un chica medio desnuda al pie de la carretera, porque si no hay negocio tampoco habrá esclavitud sexual, ¿no creéis?

Por eso hoy me alegro mucho de la noticia sobre el cierre de burdeles en Málaga y en Cádiz. Juan Pedro Galán, famoso torero y relacionado con la prensa rosa, junto con su familia, ha sido detenido por explotar sexualmente a mujeres en sus negocios de “falsa” hostelería. Una familia multimillonaria, se estima que su fortuna es de 50 millones de euros, dinero ganado con el dolor y el sufrimiento de otros, en este caso de “otras”. Se quedaban con la mitad del dinero de las chicas, las obligaban a vestir con ropa ligera, y no las dejaban comer para mantenerlas delgadas… Os recomiendo que ampliéis la noticia pulsando aquí.
Buscando por la red también he encontrado otro triste testimonio de una chica obligada a prostituirse en la calle, sus palabras me han conmovido profundamente, os traduzco su testimonio:
“La primera vez que fuí a las calles estaba vestida pobremente por mis chulos, estaba medio desnuda. No lo soportada, eché a correr y me escondí detrás de los cubos de basura, estaba tan avergonzada…. estaba tan deprimida, tan triste, no había nada que se pudiera hacer y tenía que volver ahí todos los días. Poco a poco fuí perdiendo mi dignidad como mujer, perdí mi orgullo, la mujer que había en mi se esfumó y me volví salvaje” Aquí os dejo el enlace al video, aunque siento deciros que está en inglés… pulsa aquí

Juventud y libertad en América Latina: entrevista a Carlos Sabino por Luis Figueroa



Carlos Sabino expone sobre la juventud actual y cómo el joven siempre encuentra situaciones adversas en el mundo, siendo algunas la injusticia, violencia y desigualdad. Sin embargo, cuando éste cree que su tarea es cambiar su entorno y no cuenta con el conocimiento adecuado para hacerlo, pueden surgir inconvenientes serios. Sabino destaca que antes de realizar cualquier cambio se debe conocer aquello que se quiere cambiar, de lo contrario, lejos de lograr un cambio positivo, se aumenta la situación negativa. Asimismo, asegura que la juventud actual promete mucho puesto que cuenta con un horizonte más amplio que generaciones anteriores.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Salideras bancarias: un delito al que no le encuentran solución

Por: Leonardo de Corso

Los especialistas aseguran que actúan entre 4 y 6 personas. Y que es clave el rol del "marcador", quien señala a la víctima. El problema de los empleados infieles y la falta de capacitación de los vigiladores para detectar a los ladrones.

Es la pieza clave de las bandas que hacen salideras bancarias. Lo llaman "sacador" o "marcador" y está siempre dentro del banco. Puede ser un cliente que finge esperar en la cola para pedir monedas, un vigilador privado o un empleado que trabaje cerca de la línea de cajas. Y es quien le avisa a otro ladrón -con una seña, como tocarse la nariz o una ceja- cuando alguien está retirando una suma de dinero considerable. El cómplice sale enseguida y le pasa el dato a otros dos, que generalmente esperan en moto o en auto cerca de la sucursal. Así comienza el operativo de seguimiento que terminará en el asalto.
Especialistas en seguridad bancaria consultados por Clarín explicaron cómo es una "salidera" típica, de acuerdo con los casos estudiados mediante seguimientos y filmaciones. Y coincidieron en algo: es un delito al que aún no le encuentran solución
"Para dar los golpes actúan entre 4 y 6 personas con diferentes roles. Por lo general buscan a quienes estén solos y los asaltan lejos de la sucursal de donde sacaron el dinero. Encima, ni la Policía ni los vigiladores de seguridad privada están preparados para detectar a ese tipo de delincuentes", le explicó a Clarín el abogado Héctor Muzzio, ex gerente de seguridad del Banco Central y Técnico Superior en Seguridad Pública.
Los especialistas cuentan que las salideras empiezan a gestarse dentro de las sucursales con los "marcadores" que, por lo general, van a los bancos en los horarios en que hay más gente y están entre 3 y 7 minutos dentro del banco. Con filmaciones, los especialistas descubrieron que el rol de entregador también lo cumplen mujeres que llevan en brazos algún chiquito para no llamar la atención.
"También hay empleados infieles que trabajan para alguna banda de ladrones. Los bancos tendrían que tomar medidas para que ésto no ocurra. Las entidades bancarias descuidan la selección de personal que está cerca de la línea de cajas. Tendrían que controlarles desde sus adicciones hasta sus cuentas. Es decir: contarles hasta las costillas. El rol de un empleado infiel es el más difícil de probar y por eso casi nunca cae preso uno", le dijo a Clarín el gerente de uno de los bancos más importantes del país.
Un empresario de Barracas contó que el vigilador del banco donde tiene su cuenta evitó que le robaran su dinero. "Un empleado mío fue a retirar plata de la sucursal donde tengo mi cuenta y voy todos los días. Cuando estaba por salir, el vigilador, que ya me conoce, lo agarró del brazo y en voz baja le dijo: 'No salgas del banco porque te marcaron. Llamá a tu jefe y decile que te venga a buscar con alguien porque te van a robar'. Yo fui enseguida acompañado por dos personas. Por suerte, no pasó nada".
Muzzio afirma que ni la Policía Federal, ni la Bonaerense, ni los vigiladores privados están preparados para prevenir las salideras bancarias. "En las escuelas policiales de capacitación y formación no les enseñan seguridad bancaria. El caso de los vigiladores es peor, porque un día a un empleado lo tienen custodiando un country o una empresa y al otro día lo mandan a vigilar dentro de un banco. No tienen la menor idea del perfil de un ladrón de bancos", asegura.
Otro factor que atemoriza a los clientes es que muchos bancos exigen que, para retirar un monto superior a 5.000 pesos, hay que avisar a la sucursal donde va a retirar el dinero con 24 horas de anticipación.
"Mi hija avisó a una sucursal del Banco Boston que iba a retirar $30.000. Al otro día, retiró por caja el dinero pero lo metió en una caja de seguridad del mismo banco. Al salir tomó un taxi a una cuadra de Salta y Avenida de Mayo y, al bajarse en Balcarce y Chile frente a mucha gente, unos 'motochorros' que la siguieron la golpearon y le robaron su cartera", le dijo a Clarín Néstor Larrandart, un jubilado que quiso contar su historia.
Todas las sucursales bancarias tienen la obligación de contar con un recinto privado que está a disposición de cualquier persona que solicite utilizarlo. Por lo general el cliente usa este lugar para hacer transacciones de sumas importantes de dinero.
"Usar este recinto es una arma de doble filo, porque si bien ningún ladrón va a poder ver el dinero que está recibiendo, hubo casos de clientes que fueron 'marcados' solamente por haber salido de este lugar. El ladrón sabe que la persona que sale de allí está haciendo una operación importante", aseguró un experto a Clarín.
El episodio que confirma lo dicho por los especialistas en seguridad ocurrió hace 14 días. Empezó como una clásica salidera bancaria y terminó como un caso de justicia por mano propia. Una mujer fue a la sucursal del Banco Santander Río que está en Rolón y Marcos Paz, en San Isidro. Allí, como era cliente, entró al cuarto especial pero sólo a cambiar 200 pesos en monedas.
Al salir del banco, la mujer se subió a su Gol Country y se fue a su casa, que está a unas 20 cuadras del banco. Al llegar a la puerta, tres ladrones que la venían siguiendo en un Peugeot 206 intentaron robarle. Pero su marido, que estaba adentro, salió a la calle armado y le disparó un balazo mortal a uno de los ladrones. Los otros escaparon. Los investigadores están convencidos de que la mujer fue marcada al salir del recinto de seguridad.
"Los bancos no hacen nada para prevenir los robos. No invierten en tecnología, ni en nada. En realidad, a muchos no les importa qué le pasa al cliente una vez que retira el dinero. La cantidad de sucursales que tenga el banco no quiere decir nada. Que un banco sea chico no quiere decir que sea inseguro", aseguró el gerente consultado.

“Bullying”, cada vez más casos y más agresivos

La violencia entre alumnos se ve desde kínder; se agrava en primaria y secundaria

CIUDAD DE MÉXICO.- La violencia y maltrato entre estudiantes, el llamado bullying, se encuentra en crecimiento y cada vez afecta más a los niños de menor edad de escuelas públicas y privadas, según estudios de la Secretaría de Educación del Distrito Federal (SEDF)
De acuerdo con Gabriela Rodríguez Zúñiga, coordinadora del Programa de Escuelas sin Violencia, aunque siempre han existido este tipo de acciones, era más frecuente verla entre adolescentes, sin embargo, ahora se ve más en los niños de nueve años, incluso de cuatro.
“Estamos entrando en preescolar y el bullying empieza en ese nivel y se agrava en primaria y secundaria o ya es más evidente, con consecuencias cada vez más graves, con cuadros de depresión de tiempo más prolongado, intentos de suicidio, riñas o rasgos físicos irremediables, crónicos, trastornos alimenticios y aumento en adicciones”.
Hace pocos meses la SEDF concluyó junto con la Universidad Intercontinental el primer estudio sobre el tema realizado entre estudiantes de primaria y secundaria de la ciudad y actualmente realiza otro, con otra institución educativa, en nivel preescolar, cuyos resultados estarán listos a finales de este año.

Algunos de los casos
Jorge cursó el segundo grado de primaria en la escuela Victoria Tepeyac, donde durante varios meses sufrió el maltrato de su grupo de “amigos” o “manada”, como lo llama.
Fue poco antes de concluir el ciclo escolar que este niño, de ocho años de edad, decidió externarlo a su mamá, cansado de ser el esclavo del clan y de tener que pagar seis pesos por día a uno de sus compañeros para que jugara con él.
A lo largo del ciclo Jorge —quien es solitario y tímido— además sufrió tres infecciones urinarias, según su mamá, debido a que sus maestras le impedían salir al baño y era castigado a mitad de recreo frente a la pared por correr en el patio.
Los reportes hechos a las maestras no tuvieron respuesta, por lo que en casa comenzaron a trabajar para aumentar la seguridad y autoestima de este pequeño, que en el ciclo escolar 2010-2011 acudirá a una nueva escuela.
Jorge no sabe que su situación se repite en el 44% de los estudiantes y que el 99% es receptor, generador u observador de este tipo de conductas agresivas, que son repetitivas e intencionales.
Blanca es el caso contrario, porque ella es quien reparte los zapes, los empujones y las patadas a quienes considera débiles, les quita sus cuadernos o esconde mochilas.
Esas actitudes le ha valido ser catalogada como una jovencita problema en su plantel, de corte público, y las repetidas llamadas de atención a sus padres han provocado que ellos decidieran cambiarla en varias ocasiones, para al final sacarla de estudiar.

El código del silencio
Según Rodríguez Zúñiga, ni los receptores ni los generadores de violencia y mucho menos quienes la atestiguan se atreven a expresar lo que pasa: “nadie lo dice porque tienen miedo a represalias”.
Sin embargo, existen diversos factores que revelan si una persona es víctima de bullying, como desinterés por la escuela, bajo rendimiento, marcas de golpes, materiales escolares rotos, objetos perdidos y dificultad para dormir.
Cuando se llega a romper ese código de silencio, como sucedió con Carlos, por desgracia, explica, muchos no encuentran respuesta a su problemática, porque los padres o no saben qué hacer o ven como normal que su hijo enfrente violencia por sus iguales y prefieren esperar a que con el tiempo se resuelva.
Fue por eso, afirma, que se creó un modelo integral de intervención educativa en la SEDF, que incluye el primer macroestudio hecho en nuestro país, así como un foro, una línea telefónica con contención emocional y orientación, además de entrevistas sicológicas para integrar grupos terapéuticos.
Actualmente se trabaja en 16 grupos de este tipo, formados por hasta 30 niños víctimas de bullying, con quienes se trabaja a través de juegos.
Pero la problemática, reconoce, rebasa la capacidad de atención del gobierno, que este año tiene como meta realizar acciones preventivas en 400 escuelas de nivel básico.
Por eso se ofrece capacitación a instituciones y organismos que cuentan con espacios educativos, a fin de que repliquen la información que reciben.

En alto riesgo.

Para Rodríguez Zúñiga, el peligro que corren los niños ante la indiferencia de los padres y los maestros es que pueden tener tal afectación sicológica que presentan cuadros depresivos que los llevan al intento de suicidio.
Algo que siempre está presente es que quienes reciben este tipo de violencia psicoemocional o física, amedrentamiento, exclusión o indiferencia es la depresión, lo que afecta el rendimiento escolar e incluso ha sido la causa de deserciones, explica.
La especialista señala que cada vez es más frecuente que los padres cambien de escuela a sus hijos en el mejor de los casos, o los den de baja definitiva al no encontrar una solución.
Pero también se registran casos en los que los padres presentan denuncias judiciales contra los agresores y los maestros, por lo que se ha integrado una red con la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), el sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en el Distrito Federal (DIF-DF) y la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) para analizar cada situación.

“No hay una ley al respecto, ni siquiera una iniciativa, como en otros países, pero hemos encontrado algunos caminos para hacer frente al fenómeno… la Comisión revisa con la SEP cómo va el caso, por eso nosotros damos énfasis en el tratamiento y la prevención”.